Skip to content

Prisma Metodológico

Al tratarse de una investigación basada en práctica, fui descubriendo de manera progresiva cómo dar forma al prisma metodológico a partir de mi producción artística y mi relación con la investigación desde la óptica académica. Esto ha significado poner en tensión la dicotomía teoría-práctica, siendo consciente en todo momento sobre qué investigo cuando hago performance, al mismo tiempo de qué investigo cuando teorizo. Este prisma fue cobrando sentido precisamente cuando esa dicotomía comenzó al diluirse para dar lugar a una investigación en donde los conceptos y la praxis se articulan como parte de un continuo.

Pienso en los aspectos metodológicos de esta tesis reunidos en una especie de prisma que funciona como herramienta multisituada, capaz de ordenar y dotar de sentido a los modos de hacer. De manera metafórica, que cada una de sus caras corresponde a las perspectivas y metodologías de investigación de artistas e investigadores que, puestas en relación, han guiado el desarrollo de mi investigación. Así, a través de su configuración, con sus formas y ópticas, he podido definir los métodos y herramientas empleadas para producir, a la vez que observar una performance propia y una tesis doctoral.

Es importante mencionar que muchos de los métodos que describiré más adelante se realizaron de manera experimental. En este sentido, he de decir que al igual que cuando incorporé mis primeras gafas a mi cuerpo, he tenido que aprender cómo hacer para que el prisma se adaptara a mí y viceversa, con el fin de poder ver-y-hacer con claridad. Durante el proceso, fui reconociendo tres principios orientadores, presentes tanto en mi propia práctica, como en otras metodologías que han ido nutriendo este trabajo.

De un amplio espectro a pequeñas partículas

Como unidad de análisis, la tesis aborda la construcción de subjetividades en el contexto de la cultura digital entendida desde la performance, la corporalidad y la virtualidad. El interés se centra en comprender cómo las experiencias encarnadas y mediadas por tecnologías digitales, particularmente aquellas que se desarrollan en entornos sociales mediados por Internet, constituyen subjetividades. Dado que la relación entre cuerpo y virtualidad en términos identitarios constituye un fenómeno complejo y múltiple, la concibo como la unidad de análisis, y como si se tratase de un amplio espectro formado de diversas materialidades, fenómenos y experiencias. Difícil de observar en su totalidad, pero que atrae y mueve a mi investigación hacia una dirección.

Ahora bien, este espectro encuentra puntos de partida y límites al referirme a la práctica artística. Específicamente de procesos de producción en donde interesa poner al propio cuerpo para cuestionar su rol dentro de aquello que conocemos como cultura digital y por tanto de su manera de habitar el territorio digital de Internet. Prácticas que además utilizan medios digitales, herramientas y tecnologías con las que también se ponen en profunda relación. Así, este espectro se articula por una rica tensión entre las preguntas de investigación que dan origen a una pieza artística, la experimentación con el cuerpo y una curiosidad crítica en el uso de las propias tecnologías.

Al tratarse de una tesis basada en práctica, y como si se tratasen de pequeñas partículas dentro del espectro, las unidades de observación está conformado por un conjunto de piezas propias -que incluyen performance individuales y colaborativas- junto con una selección de obras de otras artistas, con el propósito de establecer contrastes y contextualizar la producción personal en un marco más amplio.


Tres principios:

1. Oscilación Inter y transdisciplinaria.

La concibo como una apertura al conocimiento proveniente de otros saberes y prácticas. Consiste en relacionar métodos, conceptos y herramientas de distintas disciplinas para estudiar un fenómeno desde múltiples perspectivas. Mientras que la interdisciplina integra saberes diversos en torno a una misma investigación, la transdisciplina implica la incorporación de esos métodos y perspectivas a la propia práctica, permitiendo transformarla.

En esta tesis, la investigación oscila entre ambos enfoques: en algunos momentos se organiza como un diálogo interdisciplinario que articula la investigación artística, las artes digitales, la performance, la teoría del arte digital, el diseño y la antropología del cuerpo; en otros, se desplaza hacia lo transdisciplinario, al permitir que esos saberes se incorporen a la práctica misma y modifiquen sus modos de producir conocimiento. Esta oscilación implica una apertura a la indeterminación, pues al escuchar y practicar saberes distintos, aquello que podríamos entendemos como “resultado” puede no ser claro desde el inicio.

Este principio encuentra resonancia en los trabajos de autores como Mieke Bal (2022), Edgar Morin (año xxxx), Alejandro Peñuela (año xxxx) y Esther Cohen (año xxxx), quienes han explorado ampliamente la interdisciplina y la transdisciplina. Peñuela (2005) por ejemplo, desde una perspectiva dialéctica, invita a pensar la transdisciplina como un contraste entre dimensiones que se modifican mutuamente. Afirma que “hay que perderle miedo a lo fronterizo” y recuerda que este enfoque ha dado origen a nuevas disciplinas científicas, como la econometría o la biología molecular. Por otro lado, Bal (2022) describe a la interdisciplina como un término viajero entre disciplinas, entre personas investigadoras, entre periodos históricos y comunidades académicas geográficamente dispersas.

Así pues, considero las siguientes diferencias en los conceptos - Multidisciplina: abordaje de una investigación con la ayuda de varias disciplinas, sin que la interacción entre ellas las modifique o enriquezca. - Interdisciplina: integración de saberes diversos para abordar una investigación común; en estas interacciones hay reciprocidad y enriquecimientos mutuos. - Transdisciplina: permite “contaminar” positivamente los saberes propios al incorporarlos en el proceso de investigación. Los límites disciplinares se vuelven difusos.

[!info] Nota personal: Me acerqué por primera vez a esta perspectiva en México, en el "Diplomado Transdisciplinario en Investigación, experimentación y producción artística" en 2011, en el Centro Nacional de las Artes. El programa tiene el objetivo de vincular artistas, estudiantes, investigadores y público, para generar conjuntamente procedimientos y reflexiones congruentes con la complejijdad contemporánea. El programa se organiza por "nodos" en los cuales dos personas de distintas disciplinas comparten ideas, métodos y experimentan con el grupo evitando la figura de docente, y proponiendo el de guía. Este diplomado fue para mí una de esas experiencias que dejan un sello particular en la vida y que transforman modos de ver y entender al mundo. En ese entonces comprendí que si bien estaba formándome como diseñadora industrial, también podría conversar con otros lenguajes, que podría experimentar con ellos, y que era sumamente enriquecedor hacerlo en colectivo. Encontré las potencialidades de moverme, de llevar algunas ideas a mi cuerpo, de indagar sobre algoritmos, ecuaciones, materiales, sonidos y presentarme frente a un público sin un escenario. Para acabar el diplomado había que completar tres nodos, y no pude evitar hacer seis. Conocí a tres personas a las que hoy en día tengo un infinito cariño y con quienes formé mi primer colectivo artístico llamado #FFFF en 2012.

2. Conocimiento sensible

Considera la praxis corporal como parte fundamental del proceso de producción de conocimiento, entendiendo al cuerpo como un lugar de experiencia, percepción y agencia. Propone explorar cómo los sentidos y los conceptos se influyen mutuamente al poner el cuerpo en la investigación artística, y cómo esta relación transforma la manera de comprender y producir conocimiento.

Siguiendo el trabajo de Silvia Citro, Adil Podhajcer, María Luz Roa y Manuela Rodríguez (2024) —antropólogas cuya obra fue indispensable en el último año de la tesis para ordenar aspectos metodológicos relacionados con la performance y la antropología—, este principio propone una atención y apertura a los vínculos entre personas, materiales y lugares presentes durante el proceso investigativo. Esta aproximación permite comprender y describir los distintos modos perceptivos del cuerpo (individual o colectivo), así como las sensaciones, emociones y significaciones que se ponen en juego en los vínculos intersubjetivos e inmateriales desplegados en una investigación (citro, xxxx) a través de la performance.

Aquí resuena también el campo de la etnografía sensorial descrita por Mafe Moscoso (xxxx), argumentando que una de sus premisas fundamentales es que la percepción sensorial es multidimensional (sociocultural, sensible, física, etc.). Así, los sentidos -vista, oído, tacto, gusto, olfato- son entendidos no solo como medios para capturar aquellos fenómenos de nuestro entorno, sino además vías de transmisión de valores culturales. (Classen, 1993 - como se menciona en Moscoso, XXXX). Este campo invita comprender cómo se construye la experiencia humana y su relación con la cultura.

En este marco, resulta importante el lugar de la tecnología en la tesis. Se la entiende tanto como un conjunto de herramientas aplicadas en la práctica artística, como un objeto de estudio en relación con su papel en nuestras interacciones sociales mediadas por ellas. Entonces, a partir de este principio, interesa reconocer la agencia de los cacharros, y experimentos tecnológicos, en nuestra percepción sensorial y, por ende, en la configuración de nuestras corporalidades.

En sintonía con Judy Wajcman (2006), quien sostiene que todo artefacto —desde las neveras, los procesadores de texto, los cables, los píxeles, los circuitos, los modelos computacionales o incluso las armas— está conformado por relaciones, significados e identidades, este principio propone atender de manera sensible, crítica y estética a los códigos informáticos, interfaces, cables, repositorios, microcontroladores, pantallas y cámaras que también participan activamente en la práctica artística. Entender pues, qué reflexiones aparecen en los y las artistas sobre su relación con las herramientas con las que trabajan.

Este posicionamiento se nutre además, de mi relación con el diseño de interacción, ámbito en el que me desempeño como docente. Diseñar un sistema interactivo requiere de un análisis sobre los modelos mentales de quienes usarán el sistema y por tanto, del entendimiento de la corporalidad. En mis clases, comparto un interés por entender los vínculos entre las tecnologías, nuestro cuerpo y nuestro comportamiento social. No puedo no mencionar a Kristina Höok, quien en su libro "Designing with the body" comparte la metáfora de centauro, como modo de explicar que una herramienta interactiva debe invitar a la persona usuaria a convertise en una especie de centauro -olvidando una separación humano-sistema- participando en una interacción fluida y encarnada, donde las acciones del usuario y la respuesta del sistema se corresponden de manera estrecha. Propone pensar desde el "soma design" (diseño somático) como alternativa a las prácticas de diseño acelerado y resultadista. Sin la intención de evaluar si un diseño, a lo que llamo configuración matérica, es óptimo o no, para mi investigar con el cuerpo significa dar lugar a la percepción, a nombrarla, compartirla y sobretodo, explorar los modos en los que este proceso sucede gracias a la interrelación de diferentes agentes que transforman aquello que estamos investigando.

%% Comentario: Hasta aquí voy en la redacción%%

3. Conocimiento situado

Propone reconocer la experiencia de quien observa, analiza y participa en una investigación, entendiendo que existe una perspectiva, una forma de mirar que está mediada por un tipo de práctica, realidad y contextos. %%Mencionar referencias, Donna Haraway y algunas reflexiones de Guber. Lo que me interesa es dar a entender que el principio reconoce quién investiga.%%


Trenzando Metodologías

He extraído y adoptado herramientas de tres distintos enfoques metodológicos:

1) Practice Based Research %% Descripción corta%%

2) Performance-Investigación %% Descripción corta%%

3) Prácticas Corporales %% Descripción corta%%


Métodos

1) Revisión literaria 2) Producción práctica artística 3) Talleres Colaborativos 4) Análisis y extrañamiento de la propia práctica 5) Desarrollo y aplicación de un Modelo de análisis 6) Búsqueda de proyectos artísticos en archivos 7) Aplicación de modelo de análisis 8) Participación en congresos con ponencias y talleres


Bibliografía

Adams, R., Gibson, S., & Arisona, S. M. (Eds.). (2008). Transdisciplinary digital art: Sound, vision and the new screen: digital art weeks and interactive futures 2006/2007, Zurich, Switzerland and Victoria, BC, Canada, selected papers. Springer.

Borgdorff, Henk (2006). The Debate on Research in the Arts. Sensuous knowledge: focus on artistic research and development. Bergen National Academy of the Arts

Candy, L. (2006) Practice Based Research: A Guide. CSS Report. University of Technology Sydney.

Citro, S. (with Podhajcer, A., Roa, M. L., & Rodríguez, M.). (2024). Performance-investigación colaborativa volumen i: Confluencias transdisciplinares entre las ciencias sociales y las artes (1st ed). Biblos, Editorial.

Moscoso, M. (2020) Sobre etnografías experimentales y sensoriales (1a edición). Barcelona BAU Ediciones.

Peñuela Velásquez, L. Alejandro. (2005). La transdisciplinariedad: Más allá de los conceptos, la dialéctica. Andamios1(2), 43-77. Recuperado en 15 de septiembre de 2025, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-00632005000300003&lng=es&tlng=es.

Mieke Bal (2009): Working with Concepts, European Journal of English Studies, 13:1, 13-23

Wajcman, J. (2006). El tecnofeminismo (1a ed.). Ediciones Cátedra.